El control del pulso, que mide el ritmo cardíaco y que lo puede realizar
cualquier persona de manera sencilla, es una de las herramientas más
efictivas que tiene el paciente para ayudar al médico a detectar
posibles arritmias y prevenir accidentes cerebrovasculares (ACV).
Así se indicó en un encuentro de la delegación argentina de la Alianza
Internacional Arritmia (AA), que se realizó en la jornada en la Ciudad
de Buenos Aires, con motivo de la campaña "Conozca su Pulso" que se
realiza para concientizar a la población sobre la necesidad de aprender a
controlarse el ritmo cardíaco.
La AA difundió una encuesta realizada meses atrás entre 1.162 adultos de
ambos sexos de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires, en la que se
reiteró que apenas el 30,2 por ciento de las personas reconoció saber
cómo medirse sola sus pulsaciones.
En tanto, el 76 por ciento que admitió desconocer cómo hacerlo,
manifestó su interés en aprender, ante la posibilidad de que el poder
tomarse el pulso lo ayude a detectar eventuales arritmias y prevenir un
episodio de ACV en el futuro.
Jorge González Zuelgaray, presidente de la delegación local de AA y
director del Centro de Arritmias Cardíacas de la Facultad de Medicina de
la UBA, opinó que "un paciente informado es un aliado en el
tratamiento" y destacó que en materia cardiovascular, "el control del
pulso que se hace el paciente es de una gran ayuda".
González Zuelgaray señaló que "se considera que una persona en reposo
tiene una frecuencia cardíaca normal cuando registra entre 60 y 100
pulsaciones por minuto, aunque esa medición puede ser menor en un
deportista entrenado y mayor en los niños".
Pero advirtió que "si se está por encima de 120 o por debajo de 40
pulsaciones por minuto o si hay una frecuencia irregular, hay que
consultar a un médico cardiólogo quien, mediante la realización de un
electrocardiograma, puede detectar eventuales arritmias y encarar un
tratamiento" de esos trastornos cardíaco.
La fibrilación auricular (FA) es el tipo de arritmia cardíaca sostenida
más frecuente que la desarrollan una de cada cuatro personas mayores de
40 años a lo largo de su vida y que, puede causar coágulos capaces de
migrar hacia arterias del cerebro.
González Zuelgaray indicó que "se estima que tres de cada cuatro
coágulos del corazón van al cerebro y que causan por ACV, el doble de
mortalidad y el 50 por ciento más de discapacidad que otros coágulos"
que pueden provenir de distintas partes del cuerpo.
Por eso, explicó que ante un cuadro de arritmia "hay que lograr que el
paciente vuelva a su ritmo cardíaco normal, lo cual le reducirá
significativamente el riesgo de padecer una embolia".
Señaló que la arritmia "puede ser tratada con medicamentos y también,
según sus carácterísticas, con otros procedimientos como la
cardiovensión", en el que a través de una descarga eléctrica, con el
paciente anestesiado, se logra regular el ritmo cardíaco.
González Zuelgaray explicó que "muchas veces, también se opta por
anticoagular a la persona" para que no haga trombos y añadió que la
terapia, "también comprende la reducción del estres y el control de la
obesidad y la presión arterial".
Para tomarse uno mismo el pulso se debe buscar teniendo el antebrazo en
reposo y con la mano hacia arriba una arteria superficial a la altura de
la muñeca que esté a la vista y luego presionarla suavemente, empleando
los dedos índice, medio y anular.
De esa manera, se sentirán las pulsaciones, las cuales con la ayuda de
un reloj deben contarse durante 30 segundos y multiplicar por dos, para
saber cuál es la cantidad en un minuto.
Los datos de la AA insistieron en que como consecuencia de la falta del
control del ritmo cardíaco, frecuentemente la FA no es diagnosticada
hasta que el paciente sufre su primer ACV.
Precisó que está estimado que transcurren 2,6 años entre el inicio de
los síntomas y el diagnóstico de la arritmia, por eso si a través del
pulso se notan anomalías, hay que ir al médico.
Voluntarios de la AA distribuirán hasta el viernes próximo, 100 mil
folletos en espacios públicos que instruyen sobre cómo tomarse el pulso y
alertan sobre las consecuencias de la arritmia no tratada.
Esta experiencia de la AA argentina de educación sanitaria que se hace
en coincidencia con el mes del corazón, se extenderá el mes que viene a
Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, México y Uruguay.
fuente: Telam
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